El gibón de Borneo, también conocido como gibón gris, es una especie de primate hominoideo de la familia Hylobatidae. Actualmente es catalogado por la IUCN como especie amenazada por la pérdida de su hábitat.  

Características generales

A diferencia de la mayoría de las especies de gibones, el gibón de Borneo no muestra dimorfismo sexual en la coloración de su pelaje. Su pelaje es de color gris o marrón con un anillo de pelo brillante alrededor de su cara. En la cabeza, a menudo tiene una “gorra” de color oscuro. 

El gibón tiene nalgas acolchadas, dientes caninos largos y no tienen cola. La parte basal del pulgar se extiende desde la muñeca más que de la palma de la mano, permitiéndole extender su amplitud de movimiento.

Alimentación

La mayor parte de su dieta consiste en frutas maduras ricas en azúcares, aunque también puede consumir hojas y algunos insectos.  

Comportamiento

Son animales diurnos que se desplaza entre los árboles usando la braquiación. Sus brazos largos de fuerte agarre permiten un movimiento extremadamente elegante y rápido a través de los árboles.  

Están tan adaptados a la braquiación que cuando atraviesan los árboles a gran velocidad, colocan las piernas cerca del cuerpo para no estorbar. En las raras ocasiones en que estos habitantes de los árboles descienden al suelo, mantienen los brazos por encima de la cabeza para mantener el equilibrio y evitar arrastrarlos por el suelo mientras caminan bípedos.     

Defienden su territorio con potentes y largos cantos. Los machos solteros cantan canciones más largas para atraer pareja, pero las hembras solteras no.

Reproducción

Los gibones son monógamos y alcanzan la madurez sexual a los 8 o 9 años. El período de gestación dura aproximadamente 210 días y normalmente nace una sola cría.  

Amenazas

Es una especie que se encuentra en peligro de extinción por la creciente desaparición de los bosques en Borneo. Además, son objetivos de caza para el tráfico ilegal.    

Distribución

Este gibón es endémico de Kalimantan en la isla de Borneo, habitando las selvas tropicales de la parte noreste de la isla.  

¿Sabías qué? 

Son muy rápidos. Alcanzan velocidades de hasta 56km/h.

Pueden cubrir 15m en un solo columpio.

Aunque los cantos de cada gibón pueden sonar todos iguales para un humano, en realidad están muy individualizados.

Estado de conservación